Es viernes, llega el fin de semana y sales con prisa de la oficina porque la playa te espera. Coges el coche e intentas ir rápido, pero en un momento del camino te ves en medio de un atasco con el que -claro- no contabas y acabas llegando a tu destino en plena madrugada. Te has perdido una parte de la diversión, cuando bien podías ahorrarte unas horas. Sí, como lees, podías haber evitado todo esto.
